El nombre ALMA LUZ nos resuena cuando pensamos que son las plantas las que captan LUZ naturalmente y realizan un proceso de fotosíntesis, siendo las primeras en recibir esa energía-luz del universo.
El ALMA humana, desorientada, busca el camino de regreso a su esencia, aquello a lo que vino a SER y que le procura plenitud y confianza. La flor conecta con nuestros estados negativos y de carencia y a través de esa LUZ nos brindan su vibración energética y sus arquetipos, siendo el ALMA un receptáculo que resuena e ilumina hacia vibraciones de amor, paz, comprensión, conciencia, evolución, recordando todas aquéllas cualidades positivas olvidadas, dejadas a un lado por el devenir terrenal.  

ALMA LUZ surge de una profunda conexión con el universo de las plantas y sus flores y la fe de que es en ellas donde podemos apoyarnos cuando necesitamos sanar. De esta pasión compartida entre nosotras, la cual fue creciendo apoyada por nuestra amistad, es que nace y florece el proyecto ALMA LUZ.
Consideramos a ALMA LUZ como un emprendimiento urbano y práctico, pues se apoya en la convicción de que, más allá de sentirnos inmersas en la quinta dimensión, buscando ampliar permanentemente nuestra conciencia hacia el “todo es uno”, nos toca vivir como mujeres de esta era, en un plano terrenal, articulando cada uno de nuestros roles con este camino de luz. De este modo nos fuimos animando a formar parte más activa en la Terapia Floral, dejando que asomaran ante nosotras las especies de plantas que, en esa primera instancia, nos ofrecían las cualidades con las que vibrábamos, aquéllas que sanan aspectos de ésta época, como el diente de león para las tensiones de la vida cotidiana, la lavanda para purificar y desintoxicarnos o la borraja para darnos coraje y no desfallecer. No casualidad claro está, pues no es fácil evolucionar a conciencia barajando todos nuestros roles de madres, mujeres, trabajadoras y sobre todo inmersas en una crisis económica y social.
ALMA LUZ muestra además que podemos sobrellevar todas esas crisis y cambios mundanos, y aun así conectarnos con el todo y con el amor incondicional, autoabastecernos de coraje y tomar de nuestra propia tierra lo que ella nos ofrece para seguir adelante, trabajando y evolucionando con prosperidad, conectadas en abundancia con el Universo.